PREGUNTAS SIN RESPUESTA

-¿Qué ha pasado? – Pregunté a la vecina del 4to que se veía muy angustiada, la pobre apenas podía articular palabra.

-Ha concretado su amenaza- ahogando su llanto.

-¿Quién? – mientras buscaba con la mirada alguna respuesta.

De inmediato observé que la puerta de acceso a la planta baja del edificio estaba bloqueada con un precinto de esos que te hacen suponer lo peor.  Evidentemente de ella, dado su estado de perplejidad absoluta, no obtendría más información, así que regresé al estacionamiento donde los demás vecinos comenzaban a agruparse. Me acerqué para poder enterarme, pero el silencio reinaba en los presentes por lo que tuve que preguntar de qué se trataba.

-¿Cómo ha sido? – con suerte me dirán el nombre de la víctima, del victimario y el tipo de delito en una sola respuesta, ya comenzaba yo a impacientarme. De todos, solo vi a Eduardo, mi vecino más guapo y simpático dispuesto a conversar.

-Elena no merecía acabar así, la ahogó en la bañera, quizás mientras ella disfrutaba de un momento de relax escuchando su música preferida, seguro no lo vio venir.

Entonces comprendí, que había sido Manuel y que pronto bajarían mi cuerpo.

Día 3 Un mes de escritura