Quisiera yo saltar
a las profundidades
de tu inmaculada
y seductora intimidad,
beberte hasta saciarme
embriagarme todo de ti.
Impregnarme
del éxtasis de tu fragancia,
que todos sepan que estuve allí,
que tus pétalos me abracen
y no me dejen ir.
Sé tu mi flor,
mi inspiradora flor de lis,
yo seré tu insaciable colibrí,
amante lleno de codicia,
ávido de ti.