MI FLOR DE LIS

Quisiera yo saltar
a las profundidades
de tu inmaculada
y seductora intimidad,
beberte hasta saciarme
embriagarme todo de ti.

Impregnarme
del éxtasis de tu fragancia,
que todos sepan que estuve allí,
que tus pétalos me abracen
y no me dejen ir.

Sé tu mi flor,
mi inspiradora flor de lis,
yo seré tu insaciable colibrí,
amante lleno de codicia,
ávido de ti.

SOLA

Sola,
me he quedado
acompañando las ramas desnudas de mi árbol.

Resisto,
cuando mi amigo el viento
me anima a irme
diciéndome que ya es tarde.

Persisto,
aun cuando se
que por mi edad
no es mucho
lo que puedo darles.

Disfruto,
del cielo y su humor tan cambiante,
de noches de luna
y estrellas brillantes,
de los pájaros que me visitan buscando casa
para en primavera anidarse.

Vigilo,
los nuevos brotes
que ya comienzan asomarse,
para darles la bienvenida,
contarles los secretos
y poder marcharme.

ESO QUE ES NUESTRO

Aprendo a caminar
llevada de tu mano
y acompasar el paso
bajo el paraguas.

Aprendo a tu lado
a confiar de nuevo,
a recibir del amor,
y a entregar las caricias
tanto tiempo guardadas.

A dormir abrazados,
a soñar despiertos,
a reírnos a saco de los dos,
y de esto que hacemos
llamado lo nuestro.

Aprendo de nuevo
que de la mano del amor
todo se hace mas ligero,
lo había olvidado,
pero contigo hoy
es todo un descubrimiento.

QUIEN ERES?

Podrías ser un extraño,
de esos, que hacen daño,
que clavan una espina
y dejan el corazón desgarrado.

O podrías ser una de esas almas
que tiene que ver con la mía,
alguien lejano,
quizás de otra vida
que viene a acariciarla
en estos tiempos de sequías.

O ser caminante
sin rumbo ni parada fija,
como el viento que llega
y se marcha de prisa,
refresca, levanta,
creando algarabía,
como remolino agitaras,
te llevarás parte de mi vida,
me dejarás vivencias
y también, algunas alegrías.

Como saber quién eres
y darte permiso
para entrar en mi vida…

ME TIENES TAN…

Me tienes tan distraída
que las ollas solas se queman,
y los días de la semana,
incluyendo
el atravesado miércoles,
se han cambiado de lugar,
todos parecen ahora domingo
para en ti solo pensar.

Y dígame las horas,
esas señoras
que lentas pasaban
tristes y pesadas,
en medio de mi soledad,
ahora tienen alas
y se pasan volando
cuando tu cerca de mí estás.

No se qué me pasa
pero así están las cosas,
me dicen los entendidos
que son síntomas típicos
de esa agitación contagiosa
llamada amor con felicidad.